Este mes de octubre he desaparecido un poco de aquí, pero es que he estado participando en el Inktober. Para quien no esté muy puesto (yo tampoco lo estaba hasta un par de días antes de hacerlo), se trata de un reto, más personal que otra cosa, de hacer un dibujo al día durante todo octubre siguiendo unas indicaciones: te dan un tema cada día y tienes que pintar algo relacionado. Tremendo.
Fig 1.- Temas del mes
Llevaba un par de años pensando, "tengo que ver de qué va esto", pero nunca me había metido de lleno. Y esta vez, aprovechando que tenía las redes sociales recién estrenadas me he dicho, por qué no. ¿Qué era lo peor que podía pasar? ¿Que no lo terminara? ¿Que se rieran de mí? Bueno, algún día tenía que enfrentarme a mis miserias e incertidumbres. Y puedo decir que ha salido mejor de lo que esperaba. Para no alargar el misterio, sí, lo he terminado. Y he descubierto un par de cosas durante el camino.
Los primeros días fueron horribles, no por falta de ideas, sino por ejecución: en el segundo, el de las arañas, me compliqué demasiado y me metí en la madrugada. Pero quería acabarlo, no dejaba de pensar en que en algún lugar del mundo todavía era lunes. Y para añadirle reto al reto, decidí hacer los bocetos a mano, sobre papel, para ver una evolución real. Porque, según lo veo yo, en digital es todo más fácil, más limpio y más rápido: bendita sea la estabilización configurable de pincel, donde mi pulso de mono estertórico se convierte en el de una persona normal, pero sobretodo, y sin duda, la función de "Deshacer". De hecho, a más de uno le he leído diciendo que hacía el gesto del "doble tapping" sobre el papel por inercia. Todo muy familiar. Así que aprendí la primera lección: lo manual no miente, diría que es más puro, pero es sucio de narices. Y sí, a lo largo del mes he usado manual y digital, esto último más para sombrear, limpiar y arreglar alguna línea demasiado descarada. Para la composición final los he pasado todos a digital, porque lo estaban pidiendo a gritos y porque algunos estaban demasiado mugrientos.
Fig 2.- Recursos usados para manual
Después me fui acostumbrando a la mecánica de dibujar-escanear-limpiar-postear y se me debió de acostumbrar la mano porque ya no me molestaba tanto. Lo segundo que he aprendido: a organizarme mejor, eliminar redundancias, ir más al grano. A medida que avanzaba el mes también me he dado cuenta: esto de las redes, Instagram en este caso, requiere mucho. Mucho, mucho, mucho tiempo. Más que nada porque no me manejo muy bien, y porque hay tanto que ver que es fácil perderse. Lo mejor, descubrir a gente con un talento brutal y poder ver sus obras, interactuar con ell@s. Otra cosa buena, ver cómo alguna de esa gente también visitaba lo mío e incluso le gustaba. Hay quien ha vuelto, lo cual agradezco en el alma, porque el esfuerzo de crear no parece del todo en vano. Lo peor, llamémoslo el algoritmo. Ha habido días que una publicación mía llegaba a 100 personas (han sido unos 2 días), y el resto se quedaba enterrado y no llegaba ni a 10. Y resulta frustrante.
En resumen, ha sido una experiencia increíble. He comprendido que mi fuerte son las ideas, y aunque sí he visto mejora en el dibujo (y sobretodo en el proceso), me queda mucho que aprender; la verdad, espero no dejar de hacerlo nunca, y sé que a pesar de ello no llegaré a la suela de muchos de los participantes. Lo importante es asumirlo y saber que cada uno tiene su estilo. Me ha encantado y lo recomiendo.
Para ver todos los dibujos, este es el LINK de mi insta, pero el compendio os lo dejo aquí debajo. Todavía estoy pensando qué hacer con ello, de momento creo que encargaré un par de camisetas de andar por casa y el resto, ya se verá. Espero volver pronto. Un besote!!
Fig 3.- Todos los dibus, para ver mejor, visitar LINK