Nadie me dijo que dedicarse a esto iba a ser fácil. Fácil es escribir, inventar historias. Difícil es que alguien con poder para hacer algo crea en ellas, o encontrar padrino, o gente ajena que quiera leerte. Muy difícil, no caer en el desánimo, y más cuando te dicen que estás perdiendo el tiempo; gracias a que tengo a quien tengo, que me anima a seguir ¿Poder comer de esto? Diría que imposible. Y aún así lo sigo intentando. Como digo siempre, hasta que gane o reviente.
¿Por qué no busco editorial? Porque sé lo que gusta en España, sé qué es lo que se promociona, y más o menos deduzco que la cosa viene siendo como las discográficas a la música, no hablo por hablar, conozco gente talentosa que se ha tenido que ir del país a mostrar lo que valen. Y lo están partiendo ahí fuera. Bueno, y tampoco la busco, porque la única que me interesa, Editorial Gigamesh, cito textualmente, “lamentamos informaros que, debido a una modificación en nuestra política editorial, hemos decidido dejar de aceptar manuscritos y obras originales para valorar su posible publicación”. Aunque ahora que me he acostumbrado a hacer todo a mi bola… sería difícil aceptar ciertas imposiciones.
Puede parecer derrotista, puede parecer pesimista, pero no me siento así, la otra parte de mí, la parte “cabraloca”, me dice que siga, me dice que la prueba en papel de Guerra de Dos ha quedado tremenda y que solo le quedan unos pequeños retoques estéticos para estar perfe; me dice que si la Venida queda la mitad de bien va a ser la leche. Así que sí, sentirse derrotada es muy fácil, pero sentirse eufórica… es más fácil todavía. Con todo esto solo puedo decir una cosa para acabar, buen miércoles y…
Gevoitta Mhul!!
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